sábado, 8 de enero de 2011

Carta a los Reyes Magos de un niño limpiabotas de la Fundación Niños Limpiabotas La Merced

Queridos reyes: no sabía si este año podría escribir mi carta, ya que empecé a trabajar hace algunos meses, y pensé que yo ya no contaba para esto de los regalos, pero al final me dije que no se pierde nada con probar.

No les voy a engañar diciendo que me he portado bien, porque ustedes lo saben todo, y aunque supiera mentir no sabría como esconder los moretones que tengo, y tampoco se puede esconder el ojo morado que le puse a mi hermano, en mi defensa tengo que decir que él es mayor que yo, y que estaba protegiendo el dinero que había conseguido después de un día de trabajo, y que él me quería quitar para reemplazar lo que él se había gastado sin permiso.

También se que a veces soy malcriado y que no se callarme, sobre todo cuando mi pai se enfada y me grita, y yo grito más y entonces digo que me voy a ir de casa, pero luego veo a mi mai que no deja de llorar, y entonces se me pone como un nudo en la garganta y me voy corriendo con mi caja a buscar faena.

Y con mis panas es lo mismo, a veces nos peleamos por una peseta, y no me faltan malas palabras cuando alguno me roba un cliente, pero aprieto los dientes y me aguanto, y en la siguiente ocasión les devuelvo con la misma moneda, soy un tigre cuando hay que correr y atrapar un par de zapatos. Pero no pasa nada, son cosas nuestras y seguimos tan amigos.

No se si después de esto me traerán algo, pero me conformo con poco. Podría pedirles una caja nueva, pero lo he pensado mejor y prefiero seguir con la que tengo porque si los clientes la ven muy nueva van a pensar que no necesito los chelitos.
Y además el fray no deja de decirnos que la caja la tenemos que dejar pronto, que lo nuestro tiene que ser estudiar para aprender a ser buenas personas y estar preparados para el día de mañana. Pensándolo bien, si me gustaría una caja, pero de esas que tienen lápiz, lapicero y pinturas, y una mascota y quizá un libro con láminas y dibujos. Bueno si es mucho me conformo con la mitad.

Y ya que estoy puesto quisiera pedir, no para mí, sino para mi hermano, un trabajo fijo que le alegre la vida y así no se la coja conmigo.

Y quisiera conservar el regalo de continuar en la escuela, desde que voy he aprendido muchas cosas y me siento feliz, aunque se que a veces hago enfadar a la profe en la sala de tareas, pero yo me propongo estar más atento y no voy a contestar de mala manera.

Y sobre todo que pueda seguir yendo cada sábado a las actividades de la fundación, allí me encuentro con más muchachos como yo, no nos enfadamos como en la calle, algunos son verdaderos artistas, ¡la de cosas que saben hacer!, nos divertimos, aprendemos, nos dan una merienda, ¡que rica!, y la vida se ve de otro color.

Gracias reyes por los regalos que me puedan traer, pero sobre todo por el que ya me han traído con toda esa gente que se preocupa por nosotros y nos enseña cada día que se puede ser mejor.

No quiero abusar, y prometo que para el año que viene si mi hermano no se mete conmigo me voy a portar mejor.


No hay comentarios:

Publicar un comentario